La blefaroplastia es un procedimiento de cirugía estética que se enfoca en rejuvenecer la apariencia de los párpados, tanto superiores como inferiores. Durante la blefaroplastia, se retira el exceso de piel, grasa y, a veces, músculo de los párpados para corregir problemas como bolsas en los ojos, párpados caídos o arrugas. Este procedimiento busca restaurar la frescura y la vitalidad en la región de los ojos, lo que a menudo se traduce en una apariencia más joven y descansada. La blefaroplastia puede realizarse de forma aislada o como parte de una cirugía facial más amplia para lograr resultados de rejuvenecimiento facial completos.

Con el envejecimiento, la exposición solar y la gravedad, la piel de los párpados pierde elasticidad, revelando bolsas grasas en los párpados superiores e inferiores. La blefaroplastia no detiene el envejecimiento, pero ayuda a mejorar los signos visibles causados por la protrusión de las bolsas grasas y el descenso de los tejidos.

• Para los Párpados Superiores:
  • Se elimina el exceso de piel, y la incisión se realiza en el pliegue natural del ojo, de modo que la cicatriz solo es visible con los ojos cerrados.
• Para los Párpados Inferiores:
  • Se aborda la bolsa grasa de la región malar, y la incisión se realiza justo debajo de las pestañas o dentro del párpado inferior.

Este procedimiento puede combinarse con otros en el rejuvenecimiento facial, como ritidoplastia, resurfacing o elevación de cejas.

Es crucial informar al cirujano plástico sobre condiciones médicas, historial de enfermedades, medicamentos, y otros factores relevantes. Se evaluará la salud ocular y se discutirán expectativas, opciones, limitaciones y riesgos con el cirujano plástico. Fumar, el uso de ciertos medicamentos, y otros hábitos deben ser mencionados para prevenir complicaciones.

Tras la cirugía, se colocan tubos de drenaje y un vendaje compresivo para prevenir hematomas, retirándolos al día siguiente. La recuperación incluye la eliminación de puntos en los días 3-5 y, en general, entre los días 8 y 14. El dolor postoperatorio es mínimo.

Se deben seguir estrictamente los medicamentos recetados, y el paciente puede levantarse y deambular al día siguiente. Se recomienda mantener la cabeza elevada para favorecer el drenaje y, durante la primera semana, pueden aparecer morados que desaparecen en 2 semanas.

Se deben vigilar síntomas como aumento del volumen facial, dolor persistente, cambios en la coloración de la piel, visión borrosa persistente, vómitos incontrolables o dificultad respiratoria. Aunque las complicaciones son infrecuentes, la evaluación de condiciones médicas previas es crucial.

Cada individuo es único, y al considerar cirugía plástica, es esencial comprender que las experiencias pueden variar. Se aconseja discutir detalladamente con el cirujano plástico para obtener información específica y comprender las expectativas del procedimiento.