La mamoplastia es un procedimiento de cirugía plástica que se enfoca en la modificación y mejora estética de los senos. Puede dividirse en dos categorías principales: la mamoplastia de aumento, que implica la inserción de implantes mamarios para aumentar el tamaño y mejorar la forma de los senos, y la mamoplastia de reducción, que busca disminuir el tamaño de los senos y aliviar problemas médicos relacionados con el exceso de tejido mamario. Ambos procedimientos buscan lograr una apariencia mamaria más armoniosa y satisfacer las necesidades estéticas y funcionales de las pacientes, contribuyendo a una mayor autoconfianza y bienestar.

Hay varios enfoques para colocar las prótesis. Pueden ser ubicadas a través de incisiones periareolares, en el borde inferior de la areola; mediante incisiones inframamarias, situadas en el pliegue inferior del seno; o axilares, ingresando la prótesis por el pliegue de la axila. También se ha descrito la opción periumbilical, pero esta requiere prótesis inflables de solución salina.

En cuanto al plano donde se crea el bolsillo para la prótesis, puede ser retroglandular (detrás de la glándula mamaria), retropectoral o submuscular (detrás del músculo pectoral) y retrofascial (detrás de la glándula pero debajo de la fascia muscular).

La duración de la cirugía oscila entre una y dos horas, generalmente realizada bajo anestesia general. El dolor es manejable con medicación, y las pacientes suelen experimentar congestión en los senos que desaparece rápidamente.

Es importante informar al cirujano plástico sobre condiciones médicas como enfermedades tiroideas, cardiovasculares, problemas circulatorios, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades oculares, entre otras. El cirujano evaluará la salud general y los antecedentes médicos, y discutirá las expectativas, opciones, limitaciones, riesgos y cuidados.

Si fuma o toma medicamentos como aspirina, antiinflamatorios, vitamina E, corticoesteroides, o experimenta sangrado espontáneo o prolongado, es crucial informar al cirujano para evitar complicaciones.

Al día siguiente puede sentirse cansada y experimentar dolor, que se controla con la medicación recetada. Muchas actividades se pueden retomar hacia el tercer día. Se recomienda el uso constante de un sostén deportivo durante un mes para modelar los senos durante la cicatrización interna y limitar el dolor. Los puntos de la incisión se retiran alrededor de 10-14 días después.

Evite la piscina durante las primeras dos semanas para prevenir infecciones. El ejercicio y otras actividades físicas se pueden retomar aproximadamente entre la tercera y cuarta semana. La sensibilidad reducida o el hormigueo en los senos deben normalizarse en un par de semanas.

La cicatriz será dura y rojiza durante las primeras seis semanas, pero con los cuidados adecuados recuperará la contextura natural de la piel de la areola. Se recomienda realizar mamografías anuales. La decisión de aumentar los senos es personal, y con expectativas realistas y cuidados apropiados, la satisfacción y el éxito suelen ser elevados.

Es importante que las mamografías se realicen en centros radiológicos con experiencia en la lectura de proyecciones especiales para senos con prótesis. En casos raros de ruptura o filtración de implantes, el seguimiento con el cirujano es fundamental.

Preocúpese si hay un aumento repentino del volumen pectoral, dolor persistente, fiebre o pus en las heridas.

Algunas pacientes pueden experimentar contractura capsular, que puede hacer que el seno se sienta duro o altere su forma. El tratamiento suele ser a través de masajes; en casos raros, se requiere la liberación quirúrgica de la cápsula.

Al investigar sobre procedimientos de cirugía plástica, es crucial entender que las circunstancias y experiencias son únicas para cada individuo y tejido del organismo. Al considerar la cirugía plástica, pregunte al cirujano plástico sobre información específica y qué esperar del procedimiento.