La toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox (marca comercial), es un tratamiento no quirúrgico utilizado en cirugía estética para reducir temporalmente las arrugas y líneas de expresión en el rostro. Esta neurotoxina se inyecta en músculos específicos, bloqueando temporalmente las señales nerviosas que los controlan. Al debilitar estos músculos, se reduce la aparición de arrugas dinámicas, como las patas de gallo y las líneas de la frente. El efecto es temporal y generalmente dura varios meses, después de lo cual se puede repetir el tratamiento. La toxina botulínica es ampliamente utilizada para lograr un aspecto rejuvenecido y suave en el rostro sin necesidad de cirugía.
El doctor Samir Janne es un Médico Cirujano egresado de la Universidad del Norte en la Ciudad de Barranquilla Colombia. Especialista en cirugía plástica y reconstructiva del instituto Ivo Pitanguy en río de Janeiro , Brazil
La toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox (marca comercial), es un tratamiento no quirúrgico utilizado en cirugía estética para reducir temporalmente las arrugas y líneas de expresión en el rostro. Esta neurotoxina se inyecta en músculos específicos, bloqueando temporalmente las señales nerviosas que los controlan. Al debilitar estos músculos, se reduce la aparición de arrugas dinámicas, como las patas de gallo y las líneas de la frente. El efecto es temporal y generalmente dura varios meses, después de lo cual se puede repetir el tratamiento. La toxina botulínica es ampliamente utilizada para lograr un aspecto rejuvenecido y suave en el rostro sin necesidad de cirugía.
La toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox (marca comercial), es un tratamiento no quirúrgico utilizado en cirugía estética para reducir temporalmente las arrugas y líneas de expresión en el rostro. Esta neurotoxina se inyecta en músculos específicos, bloqueando temporalmente las señales nerviosas que los controlan. Al debilitar estos músculos, se reduce la aparición de arrugas dinámicas, como las patas de gallo y las líneas de la frente. El efecto es temporal y generalmente dura varios meses, después de lo cual se puede repetir el tratamiento. La toxina botulínica es ampliamente utilizada para lograr un aspecto rejuvenecido y suave en el rostro sin necesidad de cirugía.
La toxina botulínica se utiliza comúnmente en áreas como la frente, entrecejo y patas de gallo alrededor de los ojos. También se puede utilizar para tratar líneas de expresión en otras partes del rostro, como el cuello y las comisuras de los labios.
Los efectos de la toxina botulínica son temporales y generalmente duran alrededor de 3 a 6 meses, dependiendo de la dosis y el paciente. Se puede programar un mantenimiento periódico para mantener los resultados.
Los efectos secundarios pueden incluir hinchazón, enrojecimiento o moretones temporales en el sitio de la inyección. Raramente, la toxina botulínica puede causar efectos secundarios como debilidad muscular temporal o caída del párpado. Es esencial que el tratamiento sea realizado por un profesional médico experimentado para minimizar estos riesgos.