Procedimiento quirúrgico diseñado tanto para hombres como para mujeres, cuyo propósito es eliminar el exceso de piel y grasa que se encuentra laxa en áreas como el abdomen, muslos, brazos o espalda.

Cuando se enfoca en el abdomen, se denomina lipectomía abdominal o abdominoplastia. Durante este procedimiento, se elimina el exceso de piel y se trabaja en los músculos para mejorar el contorno. Se forma una cicatriz transversal en la parte inferior del abdomen, que puede extenderse de cadera a cadera y queda discretamente oculta bajo la ropa interior o el traje de baño. Algunas cicatrices y estrías por debajo del ombligo pueden desaparecer junto con el segmento de piel y grasa que se elimina.

Para mujeres que planean embarazos futuros, no se recomienda este tipo de cirugía, ya que los resultados podrían perderse. No obstante, no afectará el desarrollo del bebé.

En el caso de pacientes que han experimentado pérdidas significativas de peso debido a dietas rigurosas, pueden presentar extensiones de piel sin una adecuada elasticidad. En tales casos, la lipectomía de brazos, muslos o espalda puede ser necesaria. Es crucial que estos pacientes eviten la desnutrición, ya que podría dar lugar a complicaciones durante y después de la cirugía.

La duración típica de la intervención quirúrgica varía de 2 a 4 horas, dependiendo de las circunstancias específicas de cada caso. Durante la abdominoplastia, se efectúa una incisión a nivel del pubis, marcando la ubicación de la futura cicatriz. A lo largo del pliegue abdominal inferior, se eleva y elimina la piel y la grasa excedentes. En este punto, se abordan los músculos expuestos mediante suturas para definir el contorno y restablecer la firmeza de la pared abdominal. La fase final implica la sutura de la piel, con la colocación de tubos de drenaje para prevenir la acumulación de líquidos. El paciente suele permanecer hospitalizado durante 1 a 2 días, y la cirugía se realiza típicamente bajo anestesia general.

Es crucial comunicar al Cirujano sobre el uso de medicamentos, como anticonceptivos o aspirinas, así como informar sobre condiciones médicas, como flebitis en las piernas, trastornos digestivos o recientes estados gripales, que puedan afectar el procedimiento. En caso de decidir someterse a la cirugía, el cirujano plástico proporcionará instrucciones prequirúrgicas detalladas, incluyendo pautas sobre la dieta, la abstención de bebidas alcohólicas y ciertos medicamentos. Se recomienda evitar fumar al menos dos semanas antes de la cirugía. La exposición al sol antes y después del procedimiento debe evitarse, ya que puede contribuir a la inflamación y a la acumulación de pigmento en la cicatriz.

Es esencial comprender que la cirugía no mejora la flacidez de la piel, por lo que es posible experimentar episodios de pies hinchados posteriormente.

Evite períodos prolongados de reposo en posición horizontal; en su lugar, realice breves caminatas con regularidad y practique respiraciones profundas para prevenir complicaciones pulmonares, como la acumulación de secreciones e infecciones.

En el primer día después de la operación, se aconseja mantener las piernas ligeramente flexionadas con apoyo. Dado que el abdomen estará inflamado, es normal experimentar molestias, las cuales se manejarán con medicación analgésica según lo recomendado por el cirujano plástico. Se le indicará el uso de una faja de lycra, y se programará la retirada de puntos de sutura y drenajes. El retorno a las actividades diarias puede comenzar gradualmente entre la primera y segunda semana postoperatoria, con una recuperación completa que se evidenciará progresivamente.

Durante los tres primeros meses, la cicatriz será notoriamente gruesa y roja, pero con un cuidado adecuado, su apariencia mejorará. El resultado final de la cirugía solo será completamente apreciable después de seis meses. Puede experimentar una disminución de la sensibilidad o sensaciones de hormigueo en la zona abdominal inferior, que se recuperarán en las semanas siguientes. También podría sentir molestias al sentarse debido a la contracción de los músculos abdominales, pero este malestar disminuirá con el tiempo. Es importante recordar que pueden aparecer áreas de flacidez a medida que la grasa se reacomoda.

Aunque son numerosas las abdominoplastias exitosas realizadas, es esencial estar consciente de los riesgos potenciales posteriores a la operación. Estos pueden incluir infecciones, seromas y hematomas, que generalmente se controlan mediante el uso de antibióticos y drenajes.

Otras posibles complicaciones son asimetrías y cicatrización inadecuada, que podrían requerir intervenciones adicionales para mejorarlas, dependiendo de la respuesta individual a la cicatrización. Los fumadores tienen una mayor propensión a experimentar problemas de cicatrización, y pueden surgir complicaciones pulmonares como bronconeumonías y tromboembolismos.

Siguiendo estrictamente las recomendaciones de su cirujano plástico, usted puede reducir los riesgos asociados con la cirugía. Una vez que logre una nueva apariencia en su contorno abdominal, manteniendo hábitos dietéticos y ejercicios apropiados, es probable que los resultados sean excelentes y perduren a lo largo del tiempo.

Al investigar sobre procedimientos específicos de cirugía plástica, es crucial entender que cada individuo tiene circunstancias y experiencias únicas, al igual que la respuesta de los tejidos del organismo. Si está considerando una cirugía plástica, consulte a su cirujano plástico para obtener información detallada sobre lo que puede esperar de ese procedimiento en particular.